Las vitaminas y los minerales traza son micronutrientes esenciales que poseen muchas funciones biológicas y metabólicas en común. Aunque solamente sean requeridos en cantidades mínimas, tanto las vitaminas como los minerales traza son necesarios para lograr un óptimo crecimiento, mejorar la función reproductiva y la salud en todas las etapas de la producción avícola.
Las funciones metabólicas de las vitaminas y de los minerales traza están íntimamente ligadas entre sí, y es bien conocido que la carencia de uno de ellos afectará al metabolismo de los otros, así como a la inversa. Estos tipos de interacciones entre nutrientes son complejos. Aparte de varias sinergias entre vitaminas y minerales ( hay que pensar en la relación beneficiosa establecida entre la vitamina E y el selenio), también existen los antagonismos entre las vitaminas y los minerales (por ejemplo, la ingesta excesiva de cobre puede generar un déficit en vitamina C). Sus relaciones antagónicas son menos conocidas que sus efectos sinérgicos aunque pueden tener efectos perjudiciales en la salud y en el rendimiento de los animales. El consumo excesivo de una sola vitamina o un mineral traza puede conducir a desequilibrios, ya sea creando una carencia o una retención excesiva (toxicidad) de alguno de ellos (Watts, 1990).
Los estados carenciales de vitaminas y/o minerales traza específicos, inducidos nutricionalmente, no son infrecuentes y suelen ser causados por una fortificación en exceso. Lo cual puede afectar potencialmente a la utilización de otro nutriente diferente, generando así una “antivitamina” o un “ antimineral”.
La tendencia a incluir más nutrientes esenciales de los necesarios en la formulación de los piensos, especialmente cuando se trata de minerales traza, se origina en el hecho de que el sector todavía se apoya ampliamente en las fuentes inorgánicas de esos nutrientes esenciales. Los minerales traza se caracterizan por ser de disponibilidad limitada, y aunque raras veces apreciemos signos graves de carencias de nutrientes, las deficiencias subclínicas causadas por interacciones antagónicas y/o por la baja disponibilidad de minerales traza inorgánicos se reflejan frecuentemente en una ingesta pobre, en un bajo crecimiento y en un rendimiento escaso del animal. Esto puede producir importantes pérdidas económicas. Las deficiencias subclínicas también tienden a convertirse en más acusadas en situaciones que exigen una producción más alta o en casos en los que los animales sufren de estrés.
Habría que añadir, que está bien documentado, que incluir los minerales traza en la premezcla de vitaminas y minerales puede tener efectos adversos significativos sobre la estabilidad de las vitaminas.
De acuerdo con Coelho (2010), las vitaminas son bastante sensibles al entorno físico y químico en el que se encuentran, en el que las reacciones de oxidación-reducción, debido al contacto con los minerales traza, son la causa predominante de la inestabilidad de las vitaminas (reacciones oxidativas de tipo Fenton). El tipo de mineral traza puede tener un efecto significativo sobre la estabilidad de las vitaminas. Los iones metálicos libres, los sulfatos, los carbonatos y los óxidos (las formas primarias de los minerales traza inorgánicos utilizados) son los más reactivos, mientras que los quelatos (un tipo de minerales traza orgánicos) son los menos reactivos. Por lo tanto, la actual práctica de fortificar un alimento en exceso con minerales traza inorgánicos puede producir inadvertidamente un efecto negativo sobre la estabilidad de las vitaminas, y en sí, tener un impacto negativo en la salud y en el rendimiento del animal indirectamente. Para compensar la inestabilidad de las vitaminas, los nutricionistas con frecuencia suplementan con niveles aún más altos de vitaminas, que suelen corresponder a la diferencia entre los requerimientos nutricionales y las recomendaciones comerciales que encontramos habitualmente para las dietas de las aves. Este enfoque no es solamente ineficiente y costoso, sino que también, puede ser perjudicial para la salud de los animales y para el medio ambiente.
Menos es más.
Un enfoque para superar este efecto negativo asociado a la suplementación con minerales traza inorgánicos y para mitigar el impacto sobre la estabilidad de las vitaminas, consiste en eliminar todas las fuentes de minerales traza inorgánicos y sustituirlas con la forma orgánica más biodisponible. Los minerales traza orgánicos son absorbidos y utilizados de manera más efectiva por los animales en producción. Por lo tanto, todo parece indicar que se pueden incluir en cantidades más bajas. La pregunta “¿cuánto más bajas?” ha sido respondida concretamente por una compañía: Alltech. Después de examinar varios estudios de diferentes sistemas de producción avícola, esta compañía ha establecido unas directrices para la Tecnología de Reemplazo Total (TRT), en las que encontramos la recomendación de sustituir los minerales traza inorgánicos por oligoelementos de Bioplex en niveles de 30 a 50% más bajos de lo que es habitual en el sector. Lo que también cuenta con el apoyo de la publicación de las “Tablas brasileñas para los sectores avícola y porcino”, en la que se diferencia entre requerimientos nutricionales y recomendaciones, basándose en la forma, inorgánica u orgánica, del mineral. Es importante señalar que las recomendaciones de niveles más bajos de minerales traza orgánicos, para todas las etapas de producción avícola, se han basado en una extensa investigación, utilizando los minerales traza de Bioplex, de Alltech.En un estudio de la universidad de Kentucky, los pollos broilers fueron alimentados con minerales traza orgánicos en un nivel un 75 % más bajo que los niveles comerciales de los minerales traza inorgánicos. Estas aves alcanzaron el peso requerido por el mercado en el periodo habitual de seis semanas y mantuvieron su buen estado de salud general, a pesar de que recibieron únicamente una cuarta parte de la ración de minerales recibidos por el grupo alimentado con minerales traza inorgánicos (Ao y cols., 2009). Estas concentraciones relativas son menores de las que tradicionalmente se manejan como necesarias para satisfacer los requerimientos nutricionales de las aves y subrayan la tendencia existente de proporcionar, innecesaria e injustificadamente, una fortificación excesiva de las dietas comerciales avícolas.
Otros beneficios suficientemente documentados acerca de la suplementación con minerales traza de Bioplex y del procedimiento TRT, son la optimización del crecimiento, del coeficiente de conversión energética del pienso y de la calidad de la carne de los broilers, así como la mejora en la producción de los huevos y en la calidad del cascarón de las gallinas ponedoras.
