El ácaro Californicus se alimenta de otro tipo de ácaros, incluyendo la araña roja, y por ello los agricultores los esparcen por sus cosechas para tratar de controlar la población del ácaro “maligno”. El problema es que es este es un trabajo bastante difícil de hacer a pie, por lo que parte de la cosecha siempre se termina perdiendo.
Ahí entra el invento de Godfrey, el estudiante de Queensland, que ha diseñado un sistema basado en un dron que esparce desde el aire los pequeños ácaros “benignos”. Su idea es brillante y podría en pieza clave de la agricultura moderna, ahorrando tiempo y dinero a los agricultores.
Sencillamente, desde el aire los ácaros Californicus se pueden esparcir de una forma más rápida y precisa, abarcando mucho más terreno en el menor tiempo posible. El sistema de Godfrey cuenta con un envase muy liviano de plástico corrugado y un dispensador que, al mejor estilo de un avión de riego, irá “regando” estos ácaros canibales en el cultivo, para que hagan un festín de los otros ácaros y salven el cultivo.
Por ahora, los drones son utilizados para monitorizar cultivos, detectar necesidades de riego, esparcir tratamientos sobre cultivos y un largo etcetera que crece día a día... Godfrey asegura que su sistema aún no ha sido perfeccionado, pero sin duda que tiene el potencial para formar parte de la agricultura del futuro (leído en Gizmodo).