Los investigadores comprobaron que las vacas
producían unos 450 kg más de leche por lactación cuando parían una
ternera en lugar de un ternero. No obstante, el porcentaje de materia
grasa y de materia proteica no se veía afectado por el sexo de la cría.
En su estudio examinaron 2,4 millones de lactaciones de casi 1,5
millones de vacas lecheras de EEUU entre 1995 y 1999.
Los investigadores comprobaron que cuando una vaca tiene en el primer parto una ternera y luego terneros, la producción láctea a lo largo de la vida del animal es mayor que cuando la vaca pare solo terneros, pero menor que si pare solo terneras.
Cuando la vaca, en la primera gestación, pare una ternera no solo produce más leche sino que además mantiene un punto alto de producción que se mantiene cuando después pare terneros.
Según unos cálculos
aproximados realizados por los investigadores, si a todas las novillas
de EEUU en su primera inseminación se les practicara ésta con semen con
sexo seleccionado de manera que tuvieran una ternera en su primera
gestación, el aumento de producción de leche en las dos primeras
lactaciones podría rondar los 200 millones de dólares (vía Bienvenidos al Campo).